Los Perritos

Resulta que había un perrito, el perrito iba caminando muy contento y se encontró con una casa abandonada, en esta casa había un huequito y por ahí se metió y entro a la casa.

Buscando dentro de la casa encontró un cuarto donde habían cientos de perritos, el perrito se puso tan contento de ver tantos perritos que movía su colita y los demás perritos también se pusieron contentos de verlo, el perrito estaba sonriendo y ladrando y alzaba las orejitas y todos los demás perritos también le sonreían y alzaban sus orejitas, todos estaban felices.

El perrito después de un tiempo salió de la casa y decía “wow que lugar tan maravilloso, que gente tan extraordinaria, yo quiero regresar allí”

Pasaron las horas y apareció caminando otro perrito y este perrito también encontró la casa, también encontró el huequito por donde se metió el otro perrito, también entro a la casa y también encontró el cuarto donde estaban todos los perritos.

Pero este último perrito venia muy amargado y bravo, entonces lo primero que hizo cuando vio a todos los otros perritos fue empezar a gruñir, entonces todos los otros perritos también le empezaron a gruñir, este perrito empezó a ladrar bravo y todos los otros perritos empezaron también a ladrarle muy bravos, el perrito muerto del susto salió corriendo y se fue.

¿Sabes que fue lo que dijo este perrito? “wow que lugar tan espantoso, que gente tan malhumorada, yo no vuelvo allí, yo no quiero estar ahí”

Te cuento que esa casita a la que entraron los dos perritos no era nada más que una casa de espejos, como las que hay en los carnavales. Cada uno de estos dos perritos se estaba viendo reflejado en miles de espejos y estaba viendo la actitud de ellos mismos reflejada en los espejos.

Moraleja: A través de la vida tú te vas a dar cuenta, la vida te va a enseñar y tú vas a ver que tú actitud se refleja en las personas, las personas son el reflejo de la forma como tú te comportas hacia ellas, si tú eres una persona que las saluda amigablemente, que les sonríes ellas también te van a sonreír.

Si tú eres una persona enfadada, una persona amargada los demás probablemente te van a contestar de una forma también mala y probablemente no querrán compartir contigo, así como el perrito bravo que opina “que gente tan apestosa, que gente tan malhumorada” ¿tú quieres que las personas piensen así de ti?

Recuerda que tú actitud se va a reflejar en todas las personas con las que tú estés. Así que el día de mañana piensa bien con que cara te levantas, ¿con una cara de un ser extraordinario, que quiere triunfar, que tiene metas, que tiene sueños? O con ¿una cara de una persona pesimista, que se queja por todo?

¡Esa decisión es tuya, recuerda que esos miles de espejos van a ser tu amigos y van a reflejar la misma actitud tuya!

Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga.

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